Personería Jurídica - Resolución I. G. J. Nº 0001744 del 8 de noviembre de 2011

23 de noviembre de 2009

Día de la Soberanía – Combate de la Vuelta de Obligado


Los Patricios de Vuelta de Obligado estuvieron presentes el viernes 20 de noviembre en Vuelta de Obligado, conmemorando el 164º aniversario del combate del mismo nombre. El acto comenzó a las 11hs cuando, como en aquella épica jornada de 1845, se entonaron las estrofas de nuestra Canción Patria. Con posterioridad uno de los integrantes del 2º Batallón de Patricios, Gabriel O. Turone, dio lectura al siguiente discurso:

Señoras, señores:

Nos encontramos hoy en el histórico lugar donde hace 164 años se libró uno de los hechos de armas más destacados de nuestra Historia --y más penosamente olvidados-- en defensa de la Soberanía Nacional. Hablamos del Combate de la Vuelta de Obligado, donde algo más de dos mil soldados y milicianos argentinos opusieron una conmovedora resistencia a las flotas combinadas de Francia e Inglaterra (las más poderosas del mundo en aquellos días), que pretendían navegar, sin más derecho que la fuerza, los ríos interiores de nuestro país, la Confederación Argentina, para vender sus productos, destruyendo a nuestras industrias locales tradicionales y, de paso, tratar de sublevar a las provincias de Entre Ríos y Corrientes, y al Paraguay, socavando los cimientos del gobierno nacional y provocando su virtual caída.

Como medida de defensa, y cerrando el río, se instalaron tres gruesas líneas de cadenas, sostenidas por 23 barcazas desmanteladas y un montón de barriles, y delante de las cadenas se colocaron cinco chalanas incendiarias, que apuntaban a dos propósitos: por un lado, que el humo dificultara el tiro certero de la artillería invasora y, por el otro, que en caso que el ataque se efectuara de noche, se pudiera iluminar el objetivo del fuego patriota. Para enfrentar al enemigo fueron convocados los soldados del 2o. Batallón del Regimiento de Patricios, algo menos de 500 efectivos, así como compañías del Grupo de Artillería 1 y milicianos y vecinos de San Pedro, San Antonio de Areco, San Nicolás y Baradero.

El fuego de aquella jornada gloriosa se inició al amanecer y terminó casi a las 8 de la noche. A esa hora las tropas nacionales habían ya disparado hasta su último cartucho, lo mismo que su artillería, razón por la cual la esforzada defensa terminó como se pudo, a bayonetazo limpio, tal como en dos oportunidades lo hizo el 2o. Batallón de Patricios, apoyado por los gauchos y milicianos, que recibieron el desembarco de los invasores tirándoles con todo lo que tenían a mano.

Luego de más de medio día de combate, Obligado había caído. La quietud de la noche ampara a la escuadra anglo-francesa, pero una vez más la valentía y el coraje, sólo comparable a los de los mejores ejércitos del mundo, se conjugan para socavar a la poderosa escuadra. Comienzan a llegar baterías y cañones de pequeño calibre que, tirados por sogas y remolcados a pulmón, se baten a duelo nuevamente. Forzosamente, la caravana de barcos de guerra y mercantes se retira aguas arriba.


Los heroicos cañonazos de Obligado retumbaron en toda América y Europa, y el general don José de San Martín vio así confirmada su confianza en la grandeza de miras de don Juan Manuel de Rosas, que al frente de la Confederación Argentina acababa de enfrentar a las dos naciones más poderosas del mundo, que se habían unido en su afán de sojuzgarnos bajo el imperio "civilizado" de sus cañones.

La épica jornada de la Vuelta de Obligado, así como las que la siguieron, fueron las propias de un pueblo que desde hacía años se batía por la gloria y la libertad de América, y es justo que su recuerdo se vea reflejado hasta el fin de los tiempos en el coraje sereno de sus descendientes. No en vano el general San Martín recuerda en su testamento el beneplácito que le produjo la actitud del preclaro defensor de la Soberanía Nacional, don Juan Manuel de Rosas, y le lega su sable corvo, el de sus campañas libertadoras, con estas palabras: "por la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla".

Y así el ilustre sableador de San Lorenzo, Chacabuco y Maipú le dio su sable, prolongación de acero de su brazo, a Rosas, para premiar su esfuerzo de cruzado, para reivindicarlo ante una posteridad que sigue ignorándolo. Y su objetivo era el de que su famoso corvo continuara "esparciendo los saludables espantos de la justicia" a los invasores extranjeros y a los hijos traidores de esta tierra que ataban su destino, y encadenaban el de la Patria, como en la Vuelta de Obligado, al de las pretensiones de los imperialismos "cultos" que, al decir del Libertador, "trataban de humillarla y reducirla a una condición peor que la que sufrimos en tiempos de la dominación española", y acompañaba San Martín a estas palabras con una sentencia terrible para esos traidores: "Una tal felonía, ni el sepulcro podrá hacerla desaparecer".

El Combate de la Vuelta de Obligado se constituye así en uno de esos acontecimientos sublimes en los que se dirime el bienestar y el futuro de la Patria atacada, traicionada y mancillada. Inserta en lo que luego se dio en llamar la Guerra del Paraná, la Vuelta de Obligado es un testimonio más de la salvaguarda de los intereses criollos, tal como se los defendió en tiempo de las Invasiones Inglesas y, ya en nuestros días, durante la Gesta de Malvinas en 1982.
Por todo eso, y al igual que en 1845, los soldados del 2o. Batallón de Patricios regresamos a este campo de honor para rendir un sincero homenaje a todos los compatriotas que entregaron su vida a orillas del Paraná, así como también a quienes sobrevivieron y dieron a las generaciones futuras el más digno ejemplo de cómo hay que defender a la Patria.

Que su ejemplo ilumine el presente y nos guíe en el futuro, y que su recuerdo se mantenga inextinguible, aún sujeto a las acechanzas de un mundo cada vez más impredecible.

¡Viva la Patria!


Acto seguido se recorrieron las instalaciones del Museo Histórico “Batalla de Obligado” y luego se efectuó un paseo por el predio en donde se llevó a cabo la gloriosa gesta del 20 de noviembre de 1845.


Asimismo se iniciaron las gestiones para la creación del “Fortín Vuelta de Obligado”, cuya comisión directiva estará integrada por pobladores de la zona. El mismo dispondrá de un local con información acerca de los Patricios de Vuelta de Obligado y sus programas de actividades.