El Sábado 29 de noviembre de 2014, las
entidades Jóvenes Revisionistas y Patricios de Vuelta de Obligado organizaron
una estupenda jornada recreativa en la localidad bonaerense de Navarro, la cual
tenía previsto la visita a lugares históricos del lugar y una “Cena Federal” en
el Museo Almacén “La Protegida”. El
factor climático, que adelantó una lluvia inesperada, no hizo variar el curso
de tan criolla iniciativa que, a la postre, resultó en un éxito rotundo.
Para
la excursión, se había contratado un micro escolar que zarpó de Capital Federal
a las 17:40 horas, repleto de gente que acompañó la travesía a la campaña. Una vez llegados a Navarro, todos descendieron
y se dirigieron a la Pulpería “de Moreira”, mojón construido en 1838 y que hoy
se erige como la última pulpería que queda desde tiempos federales en el
pueblo. Convertido en un museo privado,
a cargo del Sr. Daniel Di Trana, los paseantes se introdujeron en el mismo para
atender la explicación del dueño del lugar quien con detalles y precisiones inobjetables,
comentaba que allí frecuentaba el gaucho Juan Moreira al tiempo que reseñaba
características del lugar y piezas que tienen sus estantes y compartimentos.
Horas
antes, Di Trana había inaugurado en el patio de su mítica pulpería una pieza
escultórica que había pertenecido al general José de San Martín en su
residencia de Lima, Perú, y de la cual contó cómo es que había ido a parar en
este hermoso sitio. Antes de que el
público se retire, el propietario del lugar convidó, como buen anfitrión, con
ginebra y caña a los visitantes, consumándose de este modo una añeja y varonil
práctica gauchesca como era la de beber el licor de un sorbo y sin chistar. Demás está decir, que las bebidas fueron
servidas en típicas copitas de pulpería que Di Trana tenía para la ocasión.
Bajo
un cielo plomizo y lluvioso, el contingente abordó el micro que los había
conducido hasta este mágico paraje, para llevarlos al sitio donde se hubo de
celebrar la “Cena Federal”. Allí –en el Almacén
Museo “La Protegida” (Fortín Navarro de los Patricios de Vuelta de Obligado) - fuimos
muy bien recibidos por su dueño, el señor Raúl Lambert, quien ya tenía todo
preparado para que la gente se siente en mesas de a 4 o de a 5, y, entre
empanadas, cazuelas y picadas, esperar el comienzo y el desarrollo de la cena
auspiciada por Jóvenes Revisionistas y los Patricios de la Vuelta de Obligado.
Se
montó, para el caso, una escena con reminiscencias del 1830 o 1840, esto es,
con tafeta colorada puesta en la parte que oficiaría de escenario principal;
retrato enjuto del Restaurador Rosas; banderas de la Confederación Argentina y
del 2do. Batallón de Patricios de Buenos Aires; y, más adelante, velas de color
rojo que, repartidas en todas las mesas, se esforzarían en alumbrar el recinto
al momento de apagar la luz.
En
efecto, a las 23 horas se bajaron las luces artificiales y se encendieron las
velas rojas. De repente, un miliciano
del 2do. Batallón de Patricios de la época de Rosas se hace presente en el
escenario, a la vez que un sereno –ataviado cual Colorado de Monte y con
candela broncínea en mano- recorría lentamente el salón, por entre medio de la
gente, mientras, de fondo, una voz estridente y firme rezaba: ¡Viva la Santa Federación…… Mueran los Salvajes
Unitarios…… Las 11 han dado y sereno……!”.
Luego de algunos
instantes, un “Patricio” comenzó a leer breves párrafos de un venturoso –e
idílico- recibimiento que le hizo Juan Manuel de Rosas a los combatientes de la
batalla de Obligado, a quienes brindó una cena en San Benito de Palermo, en premio
a su hidalguía y coraje. Al terminar la
lectura, lentamente y desde todos los costados de “La Protegida” se arrimaban
los restantes uniformados del 2do. Batallón de Patricios de Buenos Aires, que
de modo simétrico se fueron acomodando a ambos costados del sereno, quien se
puso a recitar un bellísimo poema de su autoría que recordaba aquella patriada
del 20 de noviembre de 1845 y de lo mucho que ha significado para el
sostenimiento de la soberanía nacional. Todo
fue acompañado de vivos aplausos por parte del público presente, quien no salía
de su asombro y admiración por lo que observaba.
A partir
de allí, comenzó un extenso espectáculo folclórico que contó con el recitador
José Flores y con los sureros Christian Díaz y Alejandra Cruz. Así, la “Cena Federal” pasó a su etapa musical
con un repertorio variopinto y de excelencia, en el cual pudieron oírse los
versos del Cielito Federal (compuesto, en sus orígenes, por Fray
Castañeda, y arreglado contemporáneamente por el genial Atilio Reynoso), el Gato
Pampa, de
Gustavo Recalt, que nombra a
Rosas, Quiroga, Encarnación Ezcurra y al coronel Vicente “El Carancho del
Monte” González, el Triunfo de Obligado (con una delicada
interpretación de Alejandra Cruz) y varias otras piezas más.
Luego
de tanta buena música autóctona, que se prolongó más allá de las 2 de la
madrugada, se procedió al sorteo de objetos federales, como ser cintillos
punzó, libros temáticos y botellas de vino El Federal, premios que
fueron muy celebrados por los afortunados ganadores. Antes, se hizo mención de algunas
personalidades que estaban disfrutando de la velada, como ser el Dr. Oscar
Denovi (secretario del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan
Manuel de Rosas” de Buenos Aires), el Lic. Luis Georgiadis (vicepresidente de
la Junta de Estudios Históricos Aduaneros “Domingo Francisco Belgrano” de
Buenos Aires), el Ing. Leonardo Castagnino (editor de libros sobre revisionismo
histórico), y el caricaturista José Massaroli (uno de los que dibuja al
personaje del Pato Donald para Disney, y que ha editado libros de
caricaturas históricas, tales como la de Manuel Dorrego, Juan Moreira o lo
actuado por los ‘Patricios’ en la gesta de Vuelta de Obligado).
Todos ellos, y el
público presente, honraron esta dichosa actividad que va al rescate de nuestra
cultura y tradiciones, y de la que estamos seguros volverán a repetirse en los
meses por venir.