Personería Jurídica - Resolución I. G. J. Nº 0001744 del 8 de noviembre de 2011

14 de agosto de 2016

Donación de banderas en Navarro


El domingo 14 de agosto los Patricios de Vuelta de Obligado efectuaron la donación de una “Bandera de Facundo Quiroga”  a la Pulpería de Juan Moreira, de nuestro camarada Daniel Di Trana.

La entrega se hizo efectiva con una sencilla ceremonia celebrada en los fondos de la pulpería.
 
Tras el acto el dueño de casa y su hermosa familia nos agasajaron con un magnífico asado. 

Por la noche se repitió el acto en el Almacén Museo La Protegida, Fortín Navarro de los Patricios de Vuelta de Obligado, de nuestro querido amigo Raúl Lambert, Secretario de Cultura, Educación y Turismo de San Lorenzo de Navarro.

En esta oportunidad se donó una bandera de la Confederación Argentina, la que será adecuadamente ubicada entre las magníficas piezas que atesora el Almacén.
 
La jornada culminó con una Cena-Show en La Protegida, donde además de la exquisiteces de siempre, pudimos disfrutar de la actuación de los Hermanos Romero (Armando y José), próximos a partir para su segunda gira por los Estados Unidos.

¡¡Gracias Daniel, gracias Raúl, gracias Navarro por la cordialidad y hospitalidad de siempre!!
 
 

12 de agosto de 2016

Visitamos la Torre de los Ingleses


La hoy llamada oficialmente "Torre Monumental" ubicada en Retiro no es otra que aquella que siempre conocimos como "la Torre de los Ingleses", y allí estuvimos el pasado viernes 12, para conocerla por dentro, respondiendo a una más que gentil invitación del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de nuestra ciudad, apersonándonos para ello presidente y secretario de los Patricios de Vuelta de Obligado.

La fecha no pudo ser más apropiada desde el punto de vista emotivo porque, como todos sabemos, el 12 de agosto de 1806 quedó grabado en nuestra historia como el Día de la Reconquista, jornada en que el pueblo de Buenos Aires expulsó a las tropas inglesas que la habían ocupado, y así lo recordamos y celebramos cada año.

Recorrimos la torre en compañía del señor ministro, don Eduardo Alberto Macchiavelli, y sus colaboradores inmediatos, así como del señor director del Museo de la Ciudad, don Ricardo Pinal Villanueva, y fuimos atendidos e informados por el personal que cuida de la misma y los técnicos que atienden al imponente conjunto de campanas con que se anuncian las horas, las medias y los cuartos de hora que vemos reflejados a través de los cuatro enormes cuadrantes ubicados en los costados de la parte superior de la torre.

Fue un momento realmente inolvidable, porque más allá de los señores funcionarios y el personal que atiende y cuida de la Torre éramos de alguna manera los únicos "extraños", lo cual nos llevó también a valorar inmensamente el estar presentes, no sólo por el hecho de poder conocer el interior de ese emblemático monumento, sino también porque la fecha en sí, 12 de agosto, nos llevó a soñar que así como representábamos en ese momento a los PVO también lo estábamos haciendo en nombre del resto de los argentinos, rindiendo homenaje en su día a aquellos bravos que al mando de don Santiago de Liniers, uniformados o no, blancos y negros, hombres, mujeres y niños enfrentaron heroicamente a esa primera agresión que nos llegó desde la lejana y voraz Albión.
 
Recordemos que la torre en cuestión fue, por su imponencia, el más importante de los monumentos con que las colectividades de distintos países homenajearon a nuestro país en ocasión de celebrarse los 100 años del grito de libertad del 25 de mayo de 1810.
 
Obviamente, su construcción fue costeada por la ya acriollada colectividad e británica de aquel tiempo, y recién se la pudo terminar en 1916, inaugurándola el 24 de mayo de ese año, cuando nadie podía llegar a suponer que algún día desde su altura íbamos a tener a la vista el Cenotafio levantado en Plaza San Martín en homenaje a nuestros héroes caídos en aire, mar y tierra durante la Gesta de Malvinas.
Pudimos apreciar en nuestra visita que se está planificando la puesta en valor interna de la torre aprovechando cada uno de los pisos de la misma (el moderno ascensor llega hasta el sexto, y a partir de allí se sigue hasta los niveles en que se encuentran las campanas del carillón por escaleras de tipo marinero).

Seguramente cuando se habiliten al público los demás niveles las visitas a la Torre de los Ingleses se verán enriquecidas por información relacionada con su significado, su construcción y su condición de hito arquitectónico de nuestra ciudad.

Gracias, muchas gracias, señor ministro, por su invitación y la gentileza de su trato, agradecimiento que extendemos al señor director del Museo de la Ciudad y al puñadito de personas que con su amabilidad e información nos hicieron vivir un momento que siempre recordaremos.