El sábado 18 de noviembre de 2017, en la
plaza Unidad Nacional de la barriada porteña de Villa Lugano, tuvo lugar el
festejo por el Día de la Soberanía Nacional. Lo convocaban los integrantes de la Comuna 8
de la ciudad de Buenos Aires, en especial el comunero Diego Lombardo, encargado
de Eventos en la misma. Y fue él,
precisamente, quien gestionó para que estén presentes los Patricios de Vuelta
de Obligado (PVO), quienes, solícitos, no dudaron en vestir el uniforme
histórico del 2º Batallón de Patricios de Buenos Aires, tan ligado a los
acontecimientos que tuvieron lugar a orillas del Paraná el 20 de noviembre de
1845.
Fue entonces, que Oscar y Gabriel
Turone, secretario y vicepresidente de PVO, respectivamente, se dieron cita al
evento, el cual se realizaba en el marco de la llamada Peña “La Restauradora”,
suerte de colectivo que pretendió aunar el canto y la recordación de la brava
jornada en que los nuestros se batieron contra las dos máximas potencias del
mundo de entonces: Francia e Inglaterra.
Como dato curioso, en la conmemoración
apareció, por primera vez en una plaza pública de Buenos Aires, la “Tienda
Federal”, en la cual se podían adquirir libros, cintillos federales y banderas
alusivas a la época de Rosas, lo que despertó, dicho sea de paso, el interés de
no pocos asistentes. Bajo su techumbre
de tela rojiza, lo hemos visto conversar a, entre otros, el historiador e
ingeniero Leonardo Castagnino, el cual había decidido compartir el encanto de
la peña junto a su señora esposa.
Desde las 16 horas, y por un lapso de
quince minutos, sonaron temas de Roberto Rimoldi Fraga que entonaban los
espíritus de los vecinos de Lugano y de los organizadores de la actividad.
Luego, uno de éstos le pidió a Gabriel Turone que abriera la evocación por el
Día de la Soberanía Nacional subiéndose al escenario de la plaza.
Y así fue: por espacio de casi media
hora, el vicepresidente de PVO se dedicó a explicar tres aspectos fundamentales:
el por qué se luchó en la Vuelta de Obligado en 1845; qué actuación tuvieron
los soldados Patricios en aquella refriega; y, finalmente, quiénes eran los
PVO. El público, que fue creciendo a medida que se iba desarrollando el evento,
seguía con atención las palabras de Turone
Mientras tanto, ya se lograban ver a
algunas agrupaciones folklóricas muy bien ataviadas y prestas para dar su cuota
musical. Es que, tal como estaba
previsto por los miembros de la Comuna 8, la Peña “La Restauradora” contó con
el despliegue y el colorido del guitarrista Agustín Ekmekdjan, quien interpretó
algunos típicos sonidos sureros, como ser huellas y gatos, seguido del Ballet
“Añoranzas” –formado por numerosa cantidad de niños que empiezan a mamar la
tradición, y cerrando la patriótica jornada la joven agrupación Los de la Loma,
vecinos de la zona.
El público apuraba un amargo y degustaba
facturas o alguna porción de torta frita, mientras sus oídos se envolvían en
los dulces sones de lo nativo, del campo y de sus máximos próceres: los
gauchos.
A todos los invitados agradeció el
comunero Lombardo cuando emitió unas palabras finales, ya bordeando las 19
horas. Casi como desde el comienzo, la ventisca de la tarde hacía flamear con
más ganas las banderas federales y con colores argentinos que se exhibieron,
estoicas y desafiantes, alrededor del escenario de la plaza Unidad Nacional.
Concluía, de este modo, una propuesta novedosa, interesante y llena de camperas
reminiscencias.