El pasado martes 10 de mayo tuvo lugar la 2ª
Tertulia Federal auspiciada y organizada por los Patricios de Vuelta de
Obligado (PVO) en el Bar “El Federal” del porteño barrio de San Telmo. Esta jornada, que trata de reactualizar el antiguo pasatiempo de la tertulia, tenemos previsto repetirla los segundos martes de
cada mes.
Esta vez, la nueva edición de la Tertulia Federal
contó con una invitada de honor, la Prof. Sonia Erica del Valle, chozna del
coronel Narciso del Valle, que se desempeñó como edecán de don Juan Manuel de Rosas y fue uno
de los fundadores de Fuerte Argentino, antiguo asentamiento militar que dio origen a la actual ciudad
de Bahía Blanca.
Sonia del Valle, de quien
sabemos es una investigadora de fuste, nos ha deleitado con algunos datos
genealógicos de sus antepasados, contándonos, por ejemplo, que el Dr. Aristóbulo
del Valle fue primogénito del ex edecán del Restaurador y uno de los fundadores
de la Unión Cívica Radical junto a Leandro N. Alem.
Coincidió esta nueva Tertulia Federal con una fecha
emblemática para todo aquel que se diga cultor del revisionismo histórico, un 10 de mayo, pero de 1831, y merced a un certero tiro de boleadoras del soldado gaucho Francisco Zeballos, se producía en Córdoba la captura del general José María Paz, hecho que le costó a éste ocho años de prisión, y a nuestra Patria una momentánea pacificación.
Gabriel Turone, vicepresidente de PVO, esbozó una serie de temas históricos, comenzando con el recuerdo del soldado Zeballos y el análisis de algunos párrafos de las Memorias del general Paz, recordándonos que Zeballos terminó sus días en una batalla de julio de 1833. Minutos antes, al iniciarse la tertulia, se invitó
a los presentes a tomar conciencia sobre el rol trascendental que le cupo a
otros gauchos tan valientes como Zeballos, quienes desde su condición de
milicianos, y gracias a sus actos, evitaron que los acontecimientos nacionales
tomaran otro rumbo, mencionando, entre otros, a Lorenzo López, José Bracho y Juan Bautista Cabral. También hubo
espacio para que José Flores, recitador y payador como quedan pocos, hablara sobre características y tipos de boleadoras, corroborando, con ello, su
vasto conocimiento en la materia.
El segundo y último tema tratado por Turone –había
un tercero, pero por falta de tiempo no pudo abordarse-, fue biográfico: el 24
de mayo de 1817 nacía doña Manuelita Rosas, hija de don Juan Manuel de
Rosas y de doña Encarnación Ezcurra. Esta interesante figura de la
Federación, que tuvo sus apodos y sus insospechados admiradores –como José
Mármol-, personificó la veta conciliadora del gobierno federal, y a su benevolencia, y ya en Inglaterra, debemos el hecho de que autorizara a un funcionario de Mitre, don Adolfo Saldías, a cotejar los archivos gubernativos y documentación que don Juan Manuel había conservado como testimonio de su paso por el poder, dando así lugar a que Saldías redactara la obra con que se inició el revisionismo histórico en nuestro país.
Merced a esos y otros aspectos más, se fue
completando el análisis de la personalidad de Manuelita Rosas, dándose el hecho de que a través de aportes de los contertulios basados en distintas referencias históricas se terminara recordando el celo paternalista de don Juan Manuel, mencionándose como ejemplo el hecho de que Manuelita se sintiera obligada a pedir su consentimiento antes de posar para el retrato que todos conocemos realizado por Prilidiano Pueyrredón en 1851.
La jornada fue distendida y enriquecedora, pues cada
participante pudo dar su punto de vista sobre los temas charlados, respetando,
de esta manera, la conducción horizontal expuesta en las mesas del hermoso bar
santelmense.
Y a propósito de mesas, sillas y copas, la calidez
del ambiente abrió el apetito de los presentes, por eso se degustaron algunas
exquisiteces que se iban despachando mientras la historia y sus anécdotas
hacían el resto.
Y como habrá de suceder cada segundo martes de mes,
el Pabellón de la Confederación Argentina y los relucientes cintillos punzó
tampoco faltaron en esta cita recreativa y didáctica, porque en ellos se refleja la esencia de nuestro pensamiento