El festejo se concretó en “La Parrilla de Mario”, ubicada en el barrio de Floresta, en Buenos Aires.
En dicha ocasión, los concurrentes pudieron degustar de la comida argentina por excelencia, que estuvo muy bien acompañada por folkloristas y recitadores que hicieron de la velada, a través de la enhebración de sus versos, una jornada festiva y raigal que, por momentos, tuvo chispazos de alegría y sana diversión.
Mientras los comensales disfrutaban del sabroso menú, hicieron uso de
la palabra diversos representantes de las entidades hermanas que se juntaron
para honrar la memoria de los compatriotas que lucharon y murieron el 20 de
noviembre de 1845 en la Vuelta de Obligado.